La Verdad - Atamaica Nazoa/Fabiola Bohórquez Guerra - Maracaibo - 06/08/2010 00:01 06
Todo marcha de acuerdo a lo planeado por la Organización Miss Venezuela. Son más de 50 años enviando beldades al exterior para que sean coronadas como las bellezas universales o en su defecto para que dejen en alto el nombre del país ocupando un lugar privilegiado en el cuadro de finalistas. Seis ganadoras abalan la labor de Osmel Sousa y su comitiva, que en esta oportunidad apuntan alto al intentar traerse con Marelisa Gibson la séptima corona del Miss Universo, concurso a celebrarse el 23 de agosto en el Mandalay Bay Resort & Casino de Las Vegas.
Con todo el conocimiento y la preparación adquirida en los últimos meses y las buenas energías de su gente, la miss Venezuela 2009 se embarcará mañana en un avión que la conduzca a la ciudad del pecado, pero no precisamente para meterse en los casinos a probar suerte, sino para concentrarse en la competencia de belleza más importante del mundo, de la cual en los últimos dos años salieron victoriosas sus compatriotas Dayana Mendoza y Stefanía Fernández.
Es todo un desafío el que tiene por delante la joven caraqueña de 22 años, por lo que las 4 maletas que se llevará al viaje no son para nada un número exagerado, si se toma en cuenta que la reina venezolana enfrentará una serie de actividades y encuentros con el jurado y la prensa local, para los que deberá lucir impecable. También se suma la caja con el atuendo típico denominado Alma Solar, confeccionado con tres mil triángulos de plata y nueve mil cristales de Swarosvki, y que tiene casi cuatro metros de estructura.
Un amuleto
Como es costumbre el diseñador Gionni Straccia tendrá el honor de vestir a otra representante criolla como lo hiciera con Dayana Mendoza y su vestido amarillo en 2008 y Stefanía Fernández y su traje de gala rojo el año pasado. El modisto es una suerte de amuleto para la Organización que se valdrá de todo para llevar lo más lejos posible a su reina. De manera extraoficial se conoció el color del vestido con el que desfilará Gibson, al parecer el tono azul es el que le sienta mejor en contraste con su piel blanca de porcelana.
El zar de la belleza, Osmel Sousa, alcanzará a su pupila apenas cuatro días antes de la elección, al igual que la familia de la joven. Mientras a Marelisa no le queda más que vérselas ella sola con los retos que se le presenten día a día antes del evento principal y compartir con las 81 mujeres que, como ella, ansían el título de la más bella
Con todo el conocimiento y la preparación adquirida en los últimos meses y las buenas energías de su gente, la miss Venezuela 2009 se embarcará mañana en un avión que la conduzca a la ciudad del pecado, pero no precisamente para meterse en los casinos a probar suerte, sino para concentrarse en la competencia de belleza más importante del mundo, de la cual en los últimos dos años salieron victoriosas sus compatriotas Dayana Mendoza y Stefanía Fernández.
Es todo un desafío el que tiene por delante la joven caraqueña de 22 años, por lo que las 4 maletas que se llevará al viaje no son para nada un número exagerado, si se toma en cuenta que la reina venezolana enfrentará una serie de actividades y encuentros con el jurado y la prensa local, para los que deberá lucir impecable. También se suma la caja con el atuendo típico denominado Alma Solar, confeccionado con tres mil triángulos de plata y nueve mil cristales de Swarosvki, y que tiene casi cuatro metros de estructura.
Un amuleto
Como es costumbre el diseñador Gionni Straccia tendrá el honor de vestir a otra representante criolla como lo hiciera con Dayana Mendoza y su vestido amarillo en 2008 y Stefanía Fernández y su traje de gala rojo el año pasado. El modisto es una suerte de amuleto para la Organización que se valdrá de todo para llevar lo más lejos posible a su reina. De manera extraoficial se conoció el color del vestido con el que desfilará Gibson, al parecer el tono azul es el que le sienta mejor en contraste con su piel blanca de porcelana.
El zar de la belleza, Osmel Sousa, alcanzará a su pupila apenas cuatro días antes de la elección, al igual que la familia de la joven. Mientras a Marelisa no le queda más que vérselas ella sola con los retos que se le presenten día a día antes del evento principal y compartir con las 81 mujeres que, como ella, ansían el título de la más bella
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