domingo, 6 de febrero de 2011

La gallega Rosa María Fernández López, directora general de Miss España, quiere situar el certamen de belleza en el siglo XXI

Pepita Samper fue la primera. Tenía 21 años, los ojos claros y estudiaba piano. Posó vestida de fallera y la coronaron como «Señorita España» 1929. Después vinieron tantas... Tita Cervera, Bárbara Rey, Esther Arroyo, Helen Lindes... La factoría Miss & Míster España lleva toda la vida lanzando rostros y figuras al estrellato. Ahora, la gallega Rosa María Fernández López (Armesto, Becerreá, 1969), directora general del certamen, quiere desnudar de prejuicios el concurso de belleza y situarlo en el siglo XXI con la moda como aliada.

-¿Miss España se reformula?
-Desde hace un mes soy, junto con un socio, propietaria de la marca y tengo además el cargo de directora general. Miss España es una marca muy fuerte que tiene ya cincuenta años. El dueño anterior llevaba veinticinco y de ahí ha salido gente con mucha fama.

-Pero llegaron las vacas flacas... planeó el fantasma del tongo...
-No te puedo decir muy bien qué pasó. Hubo problemas con delegaciones. Tratas con temas muy delicados, la ilusión de 52 candidatas. Es un concurso y tiene que ganar una. Nunca se ha comprobado que hubiese tongo y me consta que no lo hubo. Pero la polémica empieza más en televisión, cuando aparecen programas que pagan a candidatas descontentas para que hagan un poquito de escándalo, pero son cosas puntuales. Debido a la repercusión que tienen este tipo de espacios, sí que se vio afectada la imagen de la marca, se castigó; se desvinculó de famosos importantes, de marcas de primer nivel.

-Y ahora toca resucitarlo...
-Quiero modernizarlo, el certamen se había quedado un poco antiguo. La marca es muy potente y la gente le tiene mucho cariño. Lo que quiero es vincularla a la moda, aportar esa elegancia, ese glamur. Volver a televisión, pero no al precio que sea, con un formato que cuide el certamen. Y para fortalecer la marca hay que aumentar el nivel de las candidatas y sanear las delegaciones. La Miss España y el Míster España de este año ya tienen una formación continua. Mi objetivo es que la gente que se presente venga con la ilusión de que, si gana, habrá recibido una formación, un sueldo mensual y se habrá convertido en un profesional; pasarela, protocolo, estilismo...

-Tiene más proyección la Miss que el Míster...
-Quiero que sea igual de conocido y trabaje casi con las mismas tarifas, y que ambos trabajen fuera; Italia, Nueva York...

-Mucha gente cree que en este tipo de concursos, la mujer es un objeto...
-No. Si tú miras el histórico de Miss España verás eminencias que están en televisión. La moda tiene mucha fuerza todavía, incluso a pesar de la crisis. Nosotros queremos ir vinculados a eso: la belleza y el márketing seguirán existiendo y hacen falta para todo. En televisión no hay una presentadora fea, ni en publicidad, ni tampoco azafatas en ferias...

-Y no falta quien piense que los guapos no son necesariamente los más listos...
-La Miss España de este año, Paula Guilló, está en cuarto de Ciencias del Deporte, sabe idiomas. Pero tiene 21 años, así que hay que ayudarla en las carencias que pueda tener. Alberto García, el Míster, está en el Ejército del Aire. Creo que hay prensa que intenta hacerles preguntas buscando los fallos: piensa que es una niña de 21 años que vive con sus padres y que, de repente, llega a un mundo nuevo.

-¿Ha cambiado mucho el canon de belleza?
-Se busca un prototipo de mujer alta, más elegante y más formada. Pero el canon de hace 25 años sigue estando actualizado.

-¿De verdad es inevitable combinar bañador y tacones?
[Se ríe] Hay que adaptarse a los tiempos y queremos innovar en todo. Pero es cierto que, para elegir a alguien, tienes que verla en sport, bikini y elegancia. Con la simpatía y la clase, todo eso suma.

1 comentario:

  1. Lo que tiene que hacer es pagar todas las deudas que tiene esta "Sra." ¿Sabeis que la echaron de otro certamen por su mala gestion?
    Miss España de Malaga a Malagon !

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