jueves, 5 de agosto de 2010

Entrevista a Miss Universo 2009 Stefania Fernandez

Entrevista con Stefanía Fernández
Una mujer sin miedos que dice adiós

Tener como jefe a Donald Trump, compartir y dar esperanza a enfermos de SIDA, viajar de un extremo al otro lado del mundo cada dos o tres días y lidiar con una apretada agenda de trabajo, que ni siquiera ella misma puede controlar, hacen reír a Stefanía Fernández, Miss Universo, cuando le dicen que las reinas de belleza tienen la cabeza hueca o que son brutas.

El año más bello

Para este venezolana de 19 años -quien ya comenzó a despedirse de sus compañeros- la vida que llevaba en su natal Mérida ya no regresa. No porque no quiera, sino porque esa noche de coronación en Bahamas, el verano pasado, le dio un vuelco total a sus planes y pasó de ser una mujer bella, en la incógnita, a portar un título mundial. Ha conocido cómo es el mundo, cuántas necesidades existen y que los desfavorecidos son los que más abundan en esta modernidad de disparidades sociales.

¿Cuál ha sido el día más difícil en este año como Miss Universo?
Cuando me mudé para Nueva York, pensé que podía regresar a mi país, recoger todas mis cosas y no fue así, me dijeron: 'mañana mismo te vas para Nueva York' y literalmente ese mismo día llegamos a las 11 de la noche y a las 4 de la madrugada me estaba levantando para las entrevistas. Tenía que adaptarme a toda la organización, mudarme a otro país y eso me pegó un poquito.

¿Ha sido estresante?
De estrés para nada. Con solo 19 años he visto muchas cosas que después se las enseñaré a mis hijos, compartiré con mi familia y lo único que puedo hacer es dar gracias por todo lo vivido. Me han dado la oportunidad de madurar bastante. Antes me quejaba de mis problemas y ahora no lo hago, he visto el mundo desde otra perspectiva y lo que realmente son problemas.

¿Consciente que ya no volverás a la vida que llevabas?
Ya no voy a poder hacer una vida normal como tomarme un café e irme al cine con mis amigas, al menos en mi país, pero ya estoy acostumbrada y esa fue la decisión que tomé y estoy muy feliz.

¿Cómo ha sido tu día a día?
Todos los días son diferentes. Nunca hay nada planificado ni de rutina. Cuando estoy en Nueva York voy a mis clases de inglés, a mi gimnasio o cualquier evento que tenga en Nueva York. Cuando viajo pues un día estoy en India, otro en Rusia, otro en México, República Dominicana, en Africa trabajando con los niños y mujeres que tienen SIDA. A veces me da hasta miedo cuando me dan un itinerario a las 12 de la noche y me pregunto qué me van a poner a hacer mañana. Un día en Nueva York tuve clases de trapecio, así que siempre hay un reto.



¿Alguna crítica o algo que cambiarías de tu reinado?
No tengo crítica, ni cambiaría nada. De lo malo y lo bueno he aprendido.

Ni por ejemplo, la posibilidad de que tu familia se hubiera mudado a Nueva York...
Ni eso. Tener a mi familia solita en Nueva York y no poder compartir con ella no me gustaría.

¿Has regresado a tu casa en este año?
He tenido la oportunidad de regresar tres veces a Venezuela por cuestiones de trabajo, pero a mi casa en Mérida no he podido desde hace año y medio, tal vez un poquito más. Fui a La Divina Pastora a pagar una promesa y que es mi virgencita en la que creo mucho. Estuve en Caracas para el recibimiento, pero en mi casa no.

¿Qué viaje como Miss Universo ha sido el más memorable?
Cada viaje me ha cambiado la vida. El día que fui a India y trabajé con personas que tienen Sida y con otra organización que se llama 'Salva una Niña', que está en contra de matar o abortar a bebés del sexo femenino. En Africa trabajé con mujeres víctimas de la guerrra. Son experiencias que me han cambiado la vida.

Enfrentaste una controversia con tu novio, involucrado en un supuesto asesinato. ¿Sigues con él?
Sí, todavía estamos juntos.

¿Te apoyó la organización en este escándalo?
El apoyo fue incondicional. Además, él había estado conmmigo ese fin de semana, había conocido a la gente de la organización, así que todo el mundo estuvo muy tranquilo. Había que esperar a que su abogada diera las declaraciones. Yo confiaba en Dios, en La Divina Pastora que todo se iba a solucionar.

¿Cómo han mantenido la relación en medio de tanto trabajo?
Hablamos muchos, nos comunicamos por Internet, blackberry, me ha ido a visitar varias veces en Nueva York, las tres veces que fui a Venezuela lo logré ver.

Donald Trump tiene fama de ser un hombre muy exigente. ¿Cómo te fue con él?
Me fue excelente. Lo he visto como cuatro o cinco veces. Es un hombre excelente, uno de los mejores jefes que he tenido. El primer día que me conoció, durante la coronación, me dijo que le prometiera que iba a estudiar inglés y eso fue lo que hice. No lo hablo perfecto, pero me hago entender. Hemos coincidido en varios eventos y se siente orgulloso de mí.


¿Cómo enfrentaste los comentarios de que la corona la merecía más Miss República Dominicana que tú?
Yo siempre estuve muy tranquila. En el primer día de entrevistas era lo que me preguntaban todos y yo les respondía que mi jefe, Donald Trump, estaba contento y toda la organización. Entonces eso era lo que yo escuchaba. Siempre he sido así, me interesa lo que opinan quienes están cerca de mí. Yo me propuse el triunfo, el día que me fui a Bahamas le dije a mi familia que le iba a dar esa felicidad a Venezuela y así fue. A mi mamá se lo dije, trabajé duro.


¿Qué miedo o debilidad superaste con tu reinado?
Antes era tímida con las cámaras y entrevistas. Cuando gané Miss Venezuela trabajamos mucho la oratoria. Yo era una niña que había salido del colegio, de mi ciudad, que no hablaba idiomas, que no había tenido experiencia de modelaje, y de momento voy a Miss Universo con 85 candidatas, que muchas hablan cinco idiomas, son abogadas, médicos y ese era mi miedo, pero siempre me dije que tengo la mostrar la persona que soy. Entendí que si cometemos un error es para superarlo.


Quieres obtener un título universitario, ¿lo quieres hacer por ti o por tus padres, a quienes se lo prometiste?
Por mí y por mis padres. Creo que es importante. Cuando entré a los 16 años a un concurso de belleza mi papá me dijo que le prometiera que no abandonaría los estudios, yo le dije que también me dejara cumplir mis sueños porque yo era muy decidida. Estoy decidiendo si será Comunicación Social o Administración de Empresas. Después de mis vacaciones, con la cabeza más relajada, ya veré.

Ahora que sabes lo que es ser Miss Universo, ¿qué hace falta para ganar?
Hace falta confíar en ti y ser tú misma. Cuando no eres tú misma, la gente se da cuenta, se percata que estás posando. La organización Miss Universo busca a una muchacha que sea capaz de representar a a la compañía, dispuesta a no dormir, a levantarse temprano, a maquillarse, a hacerse las cosas sin ayuda, dominar los temas que estás trabajando. Creo que para ganar un Miss Universo tienes que estar preparada en todos los sentidos y sobre todo, disfrutar.

¿Crees que será más difícil para la candidata venezolana de este año?
Siempre es difícil. Para mí fue difícil, pero no imposible. Pero Marelisa, la actual Miss Venezuela, es una muchacha muy preparada, asesorada por el mismo equipo que trabajó conmigo y con Dayana Mendoza, así que por qué no podría ganar.
¿Proyecto futuro del que puedes hablar?
Cuando ganas Miss Venezuela tienes un contrato con el canal Venevision y cuando ganas el Miss Universo tienes que cumplir dos años de contrato con ellos.

¿Qué programa tienes contemplado?
Necesitamos sentarnos a hablar la organización Cisneros y yo porque a mí me interesa el periodismo de información y la animación. Necesito cuadrar mis clases con la universidad y después ver los detalles del contrato.

¿En qué te pareces a Alicia Machado y Dayana Mendoza?
Cada una tiene su personalidad. No me comparo con ninguna de ellas, cada una tiene su rama.

¿Eres una mujer que se aleja de las controversias?
Las controversias se crean por chismes y no por la realidad.

¿Ante los escándalos eres reactiva o pasiva?
Me mantengo en una posición pasiva porque soy una persona que confío mucho en lo que hago y en lo que digo. Yo soy una persona que durante este año he avisado de cada cosa que voy hacer cuando tengo una tarde o un día libre. Me siento muy tranquila.

¿Cómo crees que te vas a sentir cuando entregues la corona?
Sentimientos encontrados. He llorado mucho en la organización. Sentiré mucha nostalgia. Esa noche serán diferentes escenarios, yo entregaré la corona, tal vez llore, tal vez esté muy contenta. No sé.

¿Has llorado mucho?
He llorado por tristeza, es díficil mudarte, sacar todas tus cosas de la oficina, despedirte, ojalá que algun día vuelva a vivir en Nueva York. El año pasa muy rápido cuando lo disfrutas. Me he despedido como tres veces. Soy muy sentimental

No hay comentarios:

Publicar un comentario