"Le pidió mi mano a mi papá vía Internet, con una camarita... Papá lo tomó bien. Fue divertido".
DANIEL UZCÁTEGUI EL UNIVERSAL
martes 5 de octubre de 2010 12:00 AM
Después del torbellino que provocó su participación en Miss Universo 2010, Marelisa Gibson pensó que se despediría del mundo de las bambalinas, pero se equivocó. "Volví a estar en primera plana", comenta la reina que acapara la atención con la noticia de su boda, que será en marzo de 2011.
Dice que el afortunado, y quien la llevará al altar, es un ingeniero industrial llamado Andrés Blohm, de 24 años. "Mide 1,94 metros", confiesa Gibson de la relación de seis meses.
"Que una relación sea larga no es garantía de nada", advierte la hermosa joven. "Tengo el ejemplo, muy cercano, de mis papás. Ellos fueron novios mes y medio solamente. Se comprometieron y a los seis meses se casaron. Ahora llevan 27 años juntos", asegura la beldad, de 22 años de edad, quien sueña con seguir su ejemplo.
-Sorprendió al país con la noticia de su boda...
-Sí, incluso me sorprendió a mí misma. El nuestro fue un amor a primera vista... aunque les suene cursi.
-¿Y cómo se conocieron?
-Andrés es uno de los mejores amigos de mi primo, nos presentaron en una discoteca. Él tenía tiempo fuera del país y no tenía ni idea de que yo era Miss Venezuela. Así que cuando se lo dijeron él pensaba que era broma... Ese día pasamos la noche hablando, al otro día fuimos al cine, luego a una parrilla y no nos separamos más.
-¿Qué le gustó de él?
-Su honestidad. Me hizo sentir la confianza de saber que nos podemos decir las cosas de frente. Eso hizo la diferencia y ayudó a que la relación creciera más rápido. Es una persona increíble y con una familia hermosa. Yo siento como si el Niño Jesús me hubiese traído el regalo antes.
-¿Qué le dice a quien piense que se casa para olvidar el Miss Universo?
-¡Para nada! Esa página ya la pasé. Viví y aprendí mucho, pero Miss Universo es capítulo cerrado, aunque confieso que el mundo del modelaje me sigue llamando la atención y Andrés me apoya, porque nuestro amor creció en medio del zaperoco del Miss Universo.
-¿Cómo fue la pedida de mano? ¿él se arrodilló?
-Nosotros lo hablamos cuando fui a Estados Unidos. Después le pidió mi mano a mi papá, vía Internet, con una camarita. Se supone que eso sería en noviembre, pero lo adelantamos porque si no, no nos iba a dar chance. Papá lo tomó bien. Fue divertido porque mi mami, mi tía Mindy, mi abuela y mi prima Dani lo sabían.
-¿Y cuándo se casa?
-El 12 de marzo. Será una boda chiquitita... solo la familia, porque no soy de muchos lujos.
-¿Quién la vestirá?
-Gionny Straccia.
-¿Piensa en tener bebés?
-¡Ay! ¡Dios mío! Aún no. Nos vamos a Filadelfia porque Andrés está terminando su posgrado allá y yo voy a estudiar diseño de interiores. En los hijos pensaremos luego.
-¿Invitará a Osmel?
-Sí, claro que sí. Osmel está invitado a mi boda. No he hablado con él, pero tengo que llamarlo para contarle.
DANIEL UZCÁTEGUI EL UNIVERSAL
martes 5 de octubre de 2010 12:00 AM
Después del torbellino que provocó su participación en Miss Universo 2010, Marelisa Gibson pensó que se despediría del mundo de las bambalinas, pero se equivocó. "Volví a estar en primera plana", comenta la reina que acapara la atención con la noticia de su boda, que será en marzo de 2011.
Dice que el afortunado, y quien la llevará al altar, es un ingeniero industrial llamado Andrés Blohm, de 24 años. "Mide 1,94 metros", confiesa Gibson de la relación de seis meses.
"Que una relación sea larga no es garantía de nada", advierte la hermosa joven. "Tengo el ejemplo, muy cercano, de mis papás. Ellos fueron novios mes y medio solamente. Se comprometieron y a los seis meses se casaron. Ahora llevan 27 años juntos", asegura la beldad, de 22 años de edad, quien sueña con seguir su ejemplo.
-Sorprendió al país con la noticia de su boda...
-Sí, incluso me sorprendió a mí misma. El nuestro fue un amor a primera vista... aunque les suene cursi.
-¿Y cómo se conocieron?
-Andrés es uno de los mejores amigos de mi primo, nos presentaron en una discoteca. Él tenía tiempo fuera del país y no tenía ni idea de que yo era Miss Venezuela. Así que cuando se lo dijeron él pensaba que era broma... Ese día pasamos la noche hablando, al otro día fuimos al cine, luego a una parrilla y no nos separamos más.
-¿Qué le gustó de él?
-Su honestidad. Me hizo sentir la confianza de saber que nos podemos decir las cosas de frente. Eso hizo la diferencia y ayudó a que la relación creciera más rápido. Es una persona increíble y con una familia hermosa. Yo siento como si el Niño Jesús me hubiese traído el regalo antes.
-¿Qué le dice a quien piense que se casa para olvidar el Miss Universo?
-¡Para nada! Esa página ya la pasé. Viví y aprendí mucho, pero Miss Universo es capítulo cerrado, aunque confieso que el mundo del modelaje me sigue llamando la atención y Andrés me apoya, porque nuestro amor creció en medio del zaperoco del Miss Universo.
-¿Cómo fue la pedida de mano? ¿él se arrodilló?
-Nosotros lo hablamos cuando fui a Estados Unidos. Después le pidió mi mano a mi papá, vía Internet, con una camarita. Se supone que eso sería en noviembre, pero lo adelantamos porque si no, no nos iba a dar chance. Papá lo tomó bien. Fue divertido porque mi mami, mi tía Mindy, mi abuela y mi prima Dani lo sabían.
-¿Y cuándo se casa?
-El 12 de marzo. Será una boda chiquitita... solo la familia, porque no soy de muchos lujos.
-¿Quién la vestirá?
-Gionny Straccia.
-¿Piensa en tener bebés?
-¡Ay! ¡Dios mío! Aún no. Nos vamos a Filadelfia porque Andrés está terminando su posgrado allá y yo voy a estudiar diseño de interiores. En los hijos pensaremos luego.
-¿Invitará a Osmel?
-Sí, claro que sí. Osmel está invitado a mi boda. No he hablado con él, pero tengo que llamarlo para contarle.
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